El barro y el Alfarero

Cuando era adolescente participé en un curso de hacer cerámica, y a la verdad yo estaba muy emocionada. Pero cuando aprendí a trabajar con el barro me di cuenta lo difícil que es el hacer una pieza de barro. Parece fácil pero realmente no lo es. El barro, el agua, la temperatura adecuada un lugar con las herramientas de trabajo para poder realizar una obra de arte y el poner toda tu creatividad en acción.

Mi primer trabajo fue una pequeña pieza en forma de una hoja, aún puedo recordar las muchas veces que esta se rompió en mis manos al tratar de darle la forma que yo quería. Hubo momentos en el cual la frustración se apoderó de mí y ya no deseaba continuar. Luego el proceso de secar, limpiar, lijar, meter al horno y pintar la pieza a la verdad que es un trabajo difícil.

Nosotros somos como esa pieza de barro, que el alfarero tiene que sacarle las hojas, los pedazos de madera y las piedras. También debe tener la textura adecuada y la humedad para que se pueda trabajar con el barro. El proceso de hacer una bella obra de arte conlleva: planificación, cuidado, tiempo y mucha paciencia. Todo esto conlleva un largo proceso, pero al final una hermosa obra de arte habrá sido terminada.

Puede ser que estés atravesando por un proceso muy difícil y quizás puedes estar pensando en que no podrás salir airosa de esa situación. Pero hoy tengo buenas noticias para ti, persiste porque estás en las manos del alfarero divino. Muy pronto te convertirás en una gran obra de arte del creador divino.

Para meditar:

De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.

Jeremias 18:5

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